El femicidio de Margarita Vascunián este martes tras ser internada con muerte cerebral en el Hospital de Urgencias por los golpes que presuntamente le había dado su pareja, Fabián Alejandro Romero, se volvió a poner sobre el tapete las denuncias por hechos de acoso y violencia por parte de docentes en la Provincia.
Los reiterados señalamientos efectuadas por las alumnas del Ipem 387 de Agua de Oro contra Romero y la resistencia por parte de directivos locales a apartarlo de sus funciones en el establecimiento, salieron de golpe a la luz ahora con este hecho aberrante que como en cada femicidio lleva consigo el latiguillo de «se podría haber evitado» con un accionar previo de la Justicia, familia, amigos, etc.
El problema es que en este caso si existió ese accionar previo, cuando los alumnos realizaron el mentado escrache contra el presunto femicida hasta lograr su expulsión de la institución y muchos señalan a la directora de la escuela, Mariana Carranzani, quien no habría seguido el protocolo indicado por el Ministerio en estos casos e incluso habría quitado los carteles alusivos para no generar una «cacería de brujas». Ayer miércoles, entanto, otro grupo de alumnos de El Pueblito estaba realizando una acción similar contra otro docente de la zona.
Todas estas cuestiones ponen en evidencia la necesidad urgente de implementar capacitaciones sobre la tan mentada «Ley Micaela» para las relaciones entre adultos y adolescentes y niños en instituciones educativas de la Provincia.