La presencia del grupo de rock La Renga ha convulsionado a la ciudad con miles de fanáticos y entradas agotadas en lo que representa una fuerte apuesta del intendente Gabriel Frizza por posicionar la plaza para eventos de envergadura (más allá del Festival).
Tras los luctuosos hechos del recital del Indio Solari y del clásico cordobés, se ha montado un gran operativo para prevenir incidentes.
Sin embargo nada impidió que días atrás un malabarista llegado para el recital fuera golpeado por dos automovilistas en un semáforo y hoy una vendedora ambulante fue detenida tras golpear a un inspector municipal.
También hubo cuestionamientos desde el club local Alianza que debió cerrar sus puertas durante tres días por un evento en del que no forma parte.
Quien si logra otra plaza es el empresario José Palazzo, otrora dueño de la productora Nueva Tribu (y varias más), que lleva su espectáculo nuevamente a una localidad con raigambre folclórica, como lo hiciera en su momento con Cosquín.
Con todo, el norte cordobés vive una fiesta musical y cultural, esta vez, de la mano del rock.
Foto: Roberto Londero (captura de pantalla).