No todo fueron aplausos y presentes de los intendentes en la visita de Macri a la ciudad de Río Ceballos. Dos de las más activas integrantes de la Asamblea de Sierras Chicas, Myriam Ramírez y Silvia Andriani, le reclamaron que controle lo que la Provincia está haciendo con los fondos que la Nación envía para la construcción de las viviendas para los afectados por la inundación del 15F.
Según la denuncia, que se viralizó en redes sociales, se realizan múltiples anuncios sobre obras que están detenidas desde hace meses.
El texto completo de la Asamblea y el pedido que llegó a oídos de Mauricio Macri:
Soy Miryam Ramirez, ciudadana de Río Ceballos, miembro de la Asamblea Sierras Chicas. En el día de ayer el Sr Presidente de la Nación, Mauricio Macri visitó mi ciudad. La asamblea decidió manifestarse frente al lugar donde iba a estar el presidente, para hacer visible la problemática de Sierras Chicas. Con nuestras banderas, mis compañeras estuvieron apostadas mientras eran controladas cual delincuentes por infantería, las únicas personas a las que se les hizo esto. No era una protesta. Era un pedido. Lo que queríamos, que de hecho mi compañera SIlvina Andriani logró, era poder decirle al presidente que controle lo que la provincia está haciendo con el dinero que nación destinó a Sierras Chicas ya que se hacen anuncios de obras que hace meses están paradas, que cada vez que el gobierno habla de ellas les infla un poco más el valor y que seguimos como hace meses. Ningún damnificado tras más de un año tiene su casa, se cortaron los cheques de alquiler a esas familias a las cuales supuestamente se les está construyendo vivienda. Que no se están ocupando de los puentes que necesitan ser cambiados por vados, que no se están poniendo las pasarelas y que están paradas las obras de los puentes que la gente necesita para no quedar aislada y que no tienen en sus planes por el momento hacer ninguna laguna de retardo para evitar otra inundación. Eso es lo que respecta al dinero, tenemos mucho más para reclamarle al gobierno provincial, como por ejemplo, los desmontes que se siguen permitiendo, los sistemas de alerta temprana que no existen, los protocolos de acción de defensa civil y la provisión de materiales y medios a las mismas. Desde la Asamblea no se agredió al presidente bajo ningún aspecto. La gente que lo hizo debería hacerse cargo, ya que no eran inundados, no son personas que formen parte de nuestra agrupación y lo que reclamaban eran cosas que no tienen nada que ver con lo que podamos llegar a pedir nosotros. Los miembros de las agrupaciones kirchneristas que estaban manifestando deberían hacerse cargo de sus agresiones, y no seguir permitiendo que se nos culpe a nosotros. Los medios de prensa, como ElDoce.tv, saben muy bien, porque siempre han cubierto nuestras acciones, que no somos agresivos, que siempre nos manejamos con respeto y que no tenemos banderas políticas, por eso esperamos que este medio también lo aclare.
Mientras mis compañeras estaban afuera del salón con las banderas yo me encontraba adentro. Pude llegar hasta el presidente, mostrarle mi remera, y mientras lo tomaba de las manos y lo miraba a los ojos decirle que los inundados lo necesitamos, que necesitamos que controle lo que el gobierno provincial está haciendo con el dinero porque las obras no están y nosotros seguimos en peligro. Le dije también que confiábamos en su ayuda. Sin agresión, más allá de la postura política que yo pueda tener o no, hablado como INUNDADA.
El día anterior le escribí un mail al señor presidente contándole mi experiencia y pidiéndole con mis palabras lo que yo personalmente siento que puede hacer por nosotros. Espero que esa carta llegue a sus manos y entienda mi mensaje.
Como así también espero que todos los ciudadanos que hacen publicaciones en contra de la asamblea por haber agredido al presidente, entiendan que no fuimos nosotros y que se retracten o borren esas publicaciones y las dirijan a quienes realmente agredieron al presidente.
Es tristísimo que después de tanto tiempo de lucha, después de haber hecho tanto por nuestras ciudades, ya que lo que nosotros pedimos no es para mí u otro inundado, es para TODOS, porque NADIE ESTÁ A SALVO en cuanto a otra riada, porque por más que no vivan cerca del río cualquiera puede estar, por ejemplo, cruzando un puente que no esté cortado, se nos ensucie de esta manera.
En este momento me siento orgullosa de mí y de todos mis compañeros, pero a la vez siento real pena de que el que no lo vivió no entienda que lo que pasó, NOS PASÓ A TODOS.