Una extraña circunstancia se vivió en el salón de eventos La Giralda de Río Ceballos cuando una pareja que recibía visitas de EEUU para su boda se negó a cancelar la misma pese a las disposiciones vigentes a nivel nacional, provincial y municipales.
La dueña del local, Lilian Laurenti, recibió exigencias de parte de esta pareja para que la fiesta se realizara igual, por lo que la empresaria se vio forzada a enviar catering y demás servicios al domicilio de los conyugues: «nosotros como empresa hemos cumplido con la normativa, tenemos que entender que hay una pandemia y pensar no solo en nosotros sino en el prójimo. Esta situación ha sido muy ingrata porque nosotros queremos dar alegría y todo lo que rodea a un sueño como la noche de bodas, nada de lo cual pudimos dar en este caso porque los novios no quisieron posponer el casamiento».
La pareja fue notificada por la policía y según comentó ayer el intendente en conferencia de prensa tenían consigna policial en la puerta, además de que todos los asistentes al evento fueron notificados. El evento finalmente se llevó a cabo en el domicilio particular pese a existir personas de nacionalidad extranjera dentro de la lista de invitados.