El camino que recorre la historia de esta bella Iglesia comienza a fines del siglo XIX con la generosidad de don Alejandro Argüello, quien dispuso donar un solar para que en él fuera edificado un Templo. Conociendo tal deseo, doña Carolina Estrada de Martínez, dama vinculada a la sociedad porteña y residente de estos parajes, resolvió llevar adelante la tarea de hacer realidad aquel pensamiento.
Buscó el apoyo de un núcleo de caballeros porteños y de varias señoras influyentes de la época así como de familiares y amigos. Hasta el mismo Presidente de la República, teniente General Julio Argentino Roca, quien en tantas temporadas veraniegas buscaba descanso en su “Estancia La Paz”, se comprometió en la construcción de la obra. Su arquitectura no responde a un estilo definido, pero se lo ubica dentro del as construcciones de ese tipo de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX de la Europa central. Está construida totalmente en piedra, posee una única nave, con un ancho de 11 metros, largo de 30 metros y una altura hasta la cruz que culmina en un pararrayos de 32 metros. En el frontis y a media altura se presenta la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. La Iglesia estuvo concluida en 1900, luego de dos años de trabajo. El 15 de Febrero de ese año el obispo auxiliar de la diócesis de Córdoba, monseñor Aquilino Ferreyra, efectuó la ceremonia de consagración del sagrado recinto al Corazón de Jesús.
La llegada de las Hermanas Adoratrices….
El compromiso de doña Carolina Estrada de Martinez, continuó más allá de la construcción del Templo. Deseaba forjar junto a la Iglesia un colegio y entregarlo a una comunidad religiosa dedicada a la educación. No logró ver culminada su obra ya que el 3 de febrero de 1928 fallece en Buenos Aires. Su hija, doña Celina Martinez de Varela, en unión con sus hermanos Julián y Alberto Martinez, se desveló por cumplir el deseo de su madre. Así en 1931, la superiora general de las Religiosas Adoratrices Argentinas, Rvda. Madre María del Carmen Yanson, aceptó la donación de la Iglesia y colegio ubicados en Ascochinga. El instituto educacional fue ampliado gracias a una generosa donación de doña Elena Roca de Blaquier. Esas dependencias, fueron bendecidas por el obispo de Córdoba, Monseñor Fermín Lafitte el 18 de diciembre de 1932.
El colegio no sólo educó a varias generaciones de niñas de la zona serrana, sino que las capacitó en dactilografía, corte y confección y otras habilidades por entonces muy requeridas. Con el correr de los años la llegada de la Escuela Nacional Nº 505, para mujeres y varones, fue restando poco a poco el alumnado al establecimiento de las Hermanas Adoratrices. Finalmente, el colegio debió cerrar sus puertas.
La obra continúa…
En sus más de 100 años de presencia, el Templo del Sagrado Corazón, ha sido visitado por importantes personalidades de nuestro país como los presidentes Julio A. Roca y Agustín P. Justo. También fue visitado por el entonces senador de EE.UU John F. Kennedy y más tarde, por su esposa Jacqueline Bouvier con sus hijos.
Actualmente, la obra de evangelización de las Hermanas Adoratrices sigue estando presente, brindando a toda la comunidad y especialmente a los alumnos de sus distintos Colegios, las magníficas instalaciones que son utilizadas como casa de ejercicios, retiros espirituales, campamentos y casamientos. En lo material, el Templo, cuya torre parece un índice levantado hacia el cielo, y en lo espiritual, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, reconfortan el alma a quienes se acercan a esta casa, llenándolos de paz y amor.