Agua de Oro y las tierras del cacique Ani Mi

Construida sobre las antiguas tierras habitadas por el cacique Ani-Mi y su tribu, sobre las márgenes del río que lleva su nombre, conserva hoy su estilo y aire serrano.




Ubicada en los faldeos orientales de las Sierras Chicas, (provincia de Córdoba, Argentina), a 820 metros sobre el nivel del mar, entre serranías
con abundante vegetación autóctona y refrescantes aguas, Agua De Oro se convierte en un lugar de paisajes atrapantes para quien la visite.

Con veranos templados durante el día y frescos por las noches, inviernos secos y con ligeras nevadas, Agua De Oro es, durante todo el año, un paraje donde encontrar tranquilidad en contacto con la naturaleza.

A sólo 45 Km de la Ciudad de Córdoba, y a 25 minutos del areropuerto, es un refugio placentero para quien busca descanso y paisajes naturales.



Breve Reseña Histórica

El 22 de abril de 1588 se otorgó a Diego de Loira Carrasco una merced de tierras llamada Canta, las mismas fueron pasando a diferentes dueños hasta que en el año 1741 Don José Moyano Carranza, casado con Doña Ana de Pedraza, bautizaron la estancia con el nombre de San Vicente e hicieron construir en el lugar una capilla bajo esa advocación (cuando se la nombra por primera vez). Si bien no hay datos certeros de la terminación de esta se cree que puede haber sido entre 1760 y 1770, por documentación fidedigna, pero se cree también que la misma ha sido modificada hasta en el 1900 inclusive, por los rasgos y formas de su estructura.
La estancia estuvo en poder de la familia Moyano por varias generaciones, hasta que parte de esa propiedad, llamada «Paso de las Vacas», fue comprada por José Díaz Rodríguez, que cambia su nombre por el de Agua de Oro, por haberse encontrado “dos piedras del tamaño de una nuez y de color gris con unos clavitos de oro” (testimonio de Saturnino Moyano 1885-196). La mensura del campo fue realizada en 1896. Se toma esta fecha como el año gestacional del pueblo.
Los herederos de Rodríguez vendieron a Leonardo Vergonjeane la estancia Agua de Oro y su hijo, el presbítero Gastón Vergonjeane hizo el loteo, en septiembre de 1932.



Un paseo por el pueblo…

En medio de sierras pobladas de talas, algarrobos y olmos, esta localidad nace con el nombre de Paso de las Vacas, ya que era utilizada como el punto clave para el traspaso de los ganados que pastoreaban a la vera de su río. Debido a la antigüedad de su origen, guarda entre sus calles las huellas de una historia centenaria.



Una de estas huellas la constituye la Iglesia de San Vicente Ferrer que, siendo la más antigua de la región, destaca un campanario de particular estilo arquitectónico. Los anchos muros que la componen, guardan en su interior imágenes de santos, antiguos ornamentos, un cristo pintado en óleo, perteneciente al abuelo del General José María Paz, y que data del 1778, entre otras esculturas y frescos meticulosamente conservados. En la parte posterior de la misma, el viejo cementerio alberga las tumbas pertenecientes a las principales familias de la zona.
Esta capilla sólo puede ser visitada por el público los días domingo, cuando es celebrada una misa a la cual asisten los lugareños. El paseo por la historia de Agua de Oro se conjuga con las bellezas naturales de la zona, que dan un marco ideal para disfrutar de las antiguas construcciones como si viajáramos en el tiempo, como si nada hubiese cambiado. Es así que, siguiendo la Avenida Costanera, acompañando el cauce del río, accedemos al Convento de la Santísima Trinidad.
Fue construido con reminiscencias neo-barrocas españolas y que posee un hermoso patio interno con la imagen de la Virgen de Lourdes, en una antigua gruta conformada por rocas de la zona. Cuenta además con una pequeña capilla que es de uso exclusivo de las únicas tres hermanas franciscanas que habitan en el lugar.




Remontando la ruta E53 desde el aeropuerto internacional de Córdoba hacia Agua de Oro, atravesaremos las localidades de Río Ceballos, Salsipuedes y El Manzano. Casi al final de las Sierras Chicas, Agua de Oro nos está reservando su atractivo de historia y naturaleza. La diversidad de terreno hace posible, además la práctica de turismo aventura en sus diferentes acepciones: trekking, mountain bike y parapente, entre otras.
Disfrutar del lugar significa sentir la frescura de su aroma, descansar en el balneario frente a una hermosa pileta natural, complacerse en la comodidad de sus servicios, regocijarse en el murmullo de la verde serranía y pasear por senderos cargados de historia.
Fuente: http://marceysebas30-12-2012.blogspot.com/p/agua-de-oro.html



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