«Bajo Agua. Crónica de una inundación» llegará a las librerías cordobesas el próximo marzo

Es el miedo de Camila a morir; las lágrimas de la pequeña Catalina ante cada lluvia; el bolso listo para huir de Luciano; la panadería que Daniel nunca volvió a abrir. Es la bronca de Agustina; la lucha incansable de Miryam; la indignación de José; la desesperanza de Maximiliano, que aún no recibe su casa. Es el frío del agua que hacía temblar a Esteban; el ruido que Silvia jamás va a poder olvidar; la tristeza de un bombero que no pudo salvar una vida. Historias recopiladas en un libro que refleja las vivencias de los vecinos Río Ceballos, Mendiolaza, Unquillo y Villa Allende aquél 15 de febrero de 2015.

En los rincones de Sierras Chicas, desde un año se esconden la soledad, el abandono del Estado, el miedo, la esperanza de un cambio. Pasaron los meses y el barro está ahí, latente junto a la furia del arroyo, que ahora es un río. Historias de lucha, de fortaleza, de unión. El agua pasó y con ella se fueron vidas; sueños jóvenes, anhelos familiares, juegos de niños, los abrazos de un abuelo, la sonrisa de un papá que no conocerá a su hija. Surgieron amistades, lazos, personalidades. Se fue el trabajo de años, el ahorro de una vida, los proyectos de muchos, los álbumes de fotos.

La falta de planificación urbanística, el mal manejo del Dique La Quebrada, un altísimo porcentaje de deforestación, el poco respeto por la línea de la ribera y la improvisación hidráulica; dieron como resultado una de las inundaciones más grandes sufridas en Sierras Chicas. «Bajo Agua» es una recopilación de historias inundadas, el relato de los vecinos en primera persona de los sucesos vividos aquél día. Mediante entrevistas con los personajes, la autora fue calando hondo en cada caso en particular, reflejando con crudeza el temor y la angustia de aquél día.

Historias, vivencias, relatos de un domingo lluvioso que pocos podrán olvidar. Bajo Agua llegará el próximo marzo a las librerías cordobesas con el objetivo de reflejar aquello que los medios no tuvieron tiempo de contar; profundizar lo que algunos no quisieron callar y plasmar los recuerdos que otros eligieron rememorar.

«Todos los días te encontrás con algo que te trae un recuerdo, es inevitable. Alguien dice ‘se me rompió la olla’ y vos pensás ‘sí, yo mis ollas las perdí en la inundación'».

«Te cambia la vida, cambiaron las prioridades. Te das cuenta que la vida en un segundo se te puede ir”.

«Un día me levanto, descalzo porque no tenía zapatillas, con el mismo pantalón que hacía cuatro días, la misma remera y el mismo buzo, porque no tenía más ropa. A las diez de la mañana empezaron a aparecer amigos scout, compañeros de la facu, compañeros del secundario de mi vieja que no se veían hace veinte años, tíos, familiares, vecinos. Había más de cincuenta personas en mi casa, familias enteras, gente que no había visto nunca en mi vida. ‘Decinos qué hacer’. En ese momento no pude reaccionar, agarré, me senté y me largué a llorar al borde de la pileta. No podía creer tanta ayuda».

«Todo lo que es material, vos sabes que de última algo recuperas, pero estar de cara a la muerte, eso es imperdonable».

Sobre la autora. Agustina (21) es periodista. Anteriormente, trabajó dos años como prensa institucional, hasta que decidió adentrarse en la investigación periodística. Nacida en Córdoba Capital, publicó «Bajo Agua» de manera independiente.

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