Unquillo: 30 agentes custodian el municipio y sigue el conflicto

El día después de las balas de goma, el gas pimienta y las bombas de estruendo, los municipales unquillenses siguen el conflicto con el intendente, que ayer manifestó su negativa a dar marcha atrás con su medida de no reincorporar a los 182 empleados que quedaron cesantes, algunos como despedidos y otros por cancelación de sus contratos.

El día de ayer acompañaron a los empleados unquillenses delegados gremiales de otros municipios en apoyo a su medida y amenazaron con provincializar el conflicto. Ante la ausencia del intendente, que estaba en el Ministerio de Trabajo, la representante gremial Nora Figueroa buscó ingresar junto a otros integrantes del gremio y fue allí donde se produjeron forcejeos y la Policía arrojó gas pimienta y balas de goma.

De resultas del conflicto hubo personas que debieron ser atenidos por ambulancia, entre ellos Figueroa, y un perro resultó herido por una bomba de estruendo arrojada por los manifestantes.

Jorge Fabrissin, el intendente, al regresar de Córdoba se negó a realizar cualquier tipo de negociación, por lo que desde el gremio mantuvieron la postura del paro, que ya dura más de un mes, y hoy abrazarán el edificio comunal para impedir el ingreso del personal que no fue cesanteado.

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