La lluvia acentuó el calvario que diariamente sufren los miles de usuarios del servicio de colectivos interurbanos de Sierras Chicas y Córdoba Capital.
Allá por principios de octubre cronicábamos sobre la salida de servicio de gran cantidad de unidades (ver nota), donde se vislumbraba un aumento que podria llegar (sonaba excesivo) a un 90% del valor por el retiro de los subsidios al transporte por parte del Estado nacional.
Desde ese entonces y por tratativas de la Secretaria de Transporte, se implementó un cronograma de servicios pero muchas combis de menor tamaño quedaron fuera del servicio.
Choferes de la empresa Fonobus comentaban a este medio «hace mucho no veíamos los coelctivos cargados así», en referencia a no poder parar en determinados tramos para levantar más pasajeros por tener la capacidad ocupada totalmente y gente ocupando todo el pasillo.
Pero no solo aumentó de manera significativa el precio del boleto y la retirada de los minibuses en determinados trayectos afecta el servicio (paradojicamente cada vez más caro y de peor calidad), sino que ahora se suma la reducción en las frecuencias.
Para cerrar el combo de la felicidad, los días de lluvia, los colectivos parece que se quedan aprisionados en algun lugar, aumentando la calidad del servicio. ¿Y el Estado?, bien gracias.