El intendente capitalino, Ramón Mestre, finalmente abandonó su mutismo y anunció un plan de contingencia que se venía conociendo en off the récords.
Este plan incluye gendarmes y Policía Federal acompañando los colectivos para que presten servicio. También la salida de los mismos desde un predio militar para que no sea cortado por los manifedtantes de UTA y el despido de los choferes que no acataron la Conciliación Obligatoria.
Responde así Mestre con una postura más dura a lo que fue un endurecimiento de parte de los delegados de UTA. Así, lo que inició con una Paritaria nacional y provincial impuesta por debajo del 20% (con una inflación del 40% anual), culmina en una puja in crescendo con el único gremio con capacidad de coerción real en Córdoba y amenaza con extenderse a un Paro provincial de consecuencias imprevisibles. Entre tanto el gobernador sigue de vacaciones.
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