Los empleados del diario, en lucha desde hace meses por el cobro de sus sueldos, evalúan reacciones frente a lo que todos temían y finalmente comenzó a suceder esta mañana. El fantasma del cierre se ciñe sobre una de las pocas voces alternativas de la prensa local, mientras Eduardo Accastello, a quien se señala como una de las personas que financiaba o era dueño del matutino, parte rumbo a Madrid por dos meses.
El descontento de los trabajadores es tal que se evalúan posibles escraches en las estaciones aeroportuarias. Accastello, que suena como posible vocal del Ersep, tomará en Madrid un curso sobre gestión política.
Asamblea y lucha
Hoy desde las 18 horas en la sede de La Mañana se realizará una Asamblea y conferencia de prensa sobre los telegramas con preanuncio de despido que ya circulan entre sus trabajadores. Por el momento son cuatro los despedidos y se teme la cifra se incremente.