Por Cris Azulay. A la vieja usanza, una pareja de sesenta años de edad decidieron casarse con una ceremonia donde todos: invitados, novios, jueces y hasta la intendenta local Myriam Prunotto se vistieron con ropajes gauchescos.
La pareja ingresó en un sulky tirado por dos caballos y ataviados como si la boda fuese en 1800. Las nupcias se desarrollaron bajo el arbol frente a la plaza del municipio de Juárez Celman.
La propia intendenta ofició de juez para el casamiento civil y agradeció a la pareja haberle permitido vestirse con esos atuendos, que tienen que ver con su tradición familiar y con la ciudad.
¡Ahijuna!
La nota de color la dio el caballo que llevaba el sulky, cuando arrancó la luminaria a la que estaba sujeto en medio del baile de la chamarrita. Entonces la propia intendenta fue la primera en llegar al animal y calmarlo para que no hiciese mayores destrozos.