Candonga, el lugar donde el Homo Sapiens convivió con animales extintos hace 12 mil años

Por Mariano Daniele (Dibu). Hace 12 milenios atrás. 10.000 años antes que naciera Jesús, y a 10 kilómetros de lo que hoy llamamos El Pueblito, y justo en el lugar que hoy llamamos Candonga, habitó un niño, de 7 años aproximados, que iba a ser noticia hace 80 años.

Kirk Bryan El Hombre Primitivo- Copia m.s.

Este niño fue antepasado de los grupos nómades y seminómades de las culturas Ayampitín, Alpa corral y Ongamira. Pueblos estos, que a su vez fueron antepasados de, los mucho más recientes, Comechingones y Sanavirones.

Era el año 1917, plena primera guerra mundial; don Aníbal Montes andaba buscando minerales de manganeso y se encontró con una gruta en Candonga en el cerro Padre Eterno, donde quitando un poco el sedimento pudo ingresar. Curioseó y se fue.

Al otro año, Sigifredo Gonzales, era policía en El Manzano; y salió a «campear» un animal con su perro, que lo llevo a esta gruta. Por su oscuridad y profundidad, Sigifredo desistió de ingresar y se limitó solo a comentarlo en el pueblo.

22 años después, otra vez el incansable Don Aníbal Montes; regresó empecinado en ingresar, extraer y estudiar las distintas capas de sedimentos. Para su sorpresa, encontró restos de artefactos en hueso, de un fogón, y de animales extinguidos y actuales, y junto con ellos el cráneo deformado artificialmente de este niño.

En 1950, el sitio arqueológico «Gruta de Candonga» dejo de existir bajo el yugo de la explotación de mármol en el cerro.

Antes del hallazgo de este niño homo sapiens, se creía que el humano en Sudamérica no había convivido con la megafauna extinguida.

Pero allí estaba él.

Con restos de gliptodonte y del extinto caballo sudamericano.

Con restos de tatú, de perezoso gigante, de caracoles, de puma, guanacos y venado de las pampas.

Tan solo 7 añitos, y perdurando 12.000 años.

Eterno, en el cerro Padre Eterno.

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