A pocos días de terminar la temporada la región comienza a hacer un balance de las cosas buenas y malas que esta dejó. Amén de los efectos de «El Niño», hay cuestiones de infraestructura que siguen sin resolverse, una de ellas es la iluminación en la autovía E 53 en el tramo que une Salsipuedes con Río Ceballos, dos ciudades que pugnan por resurgir turísticamente hablando, tras lo sucedido el 15 de febrero de 2015. El Camino a El Cuadrado también presenta problemas de iluminación con focos rotos.
Con lluvia y desmoronamiento en algunos sectores, esta autovía de noche se transforma en un peligro con sus curvas y contracurvas. Otro sector descuidado es el del Camino al Cuadrado, no solo por los desprendimientos que obligan a cortarlo a menudo kilómetros más adelante, sino que en pleno Río Ceballos esta ruta presenta baches y malezas en los costados, que complican el tránsito de peatones. A menudo puede verse en temporada a turistas que intentan caminar esa ruta y deben gambetear yuyos altos y ramas que los obligan a subir a la calzada de la ruta, con el riesgo implícito en esta maniobra.
