Desde el 23 de diciembre de 2008 la Provincia autorizó la instalación de hasta 2400 máquinas de slots en territorio provincial, excepción hecha de la Capital. A iniciativa del legislador Emilio Graglia en la aprobación se incluyó en dicha norma legal (la Ley 9.587) el Artículo Segundo, destinado a contener los efectos sobre la población de esta medida poniendo bajo tutela del ejecutivo la asistencia y prevención de la ludopatía: “el desarrollo, ejecución y financiamiento de programas integrales de atención de estas adicciones”.
Desde entonces en todas las localidades de la Provincia de mediano tamaño es común ver edificios ambientados para que las personas ingresen sin ser observadas por vecinos o familiares (con ventanas cubiertas o pintadas de negro u otro color). Una cadena hotelera internacional y una de las empresas más fuertes de la Provincia cuentan con un rosario de salas de Slots en toda la Provincia de Córdoba. Allí quien «se reconoce enfermo», puede autoexcluirse, eludiendo que una de las principales características de los adictos (en este caso adicción sin sustancia, como lo es también la tecnopatía), es la negación de la propia efermedad.
En cada ciudad no es posible acceder a datos estadísticos sobre personas que han solicitado asistencia por adicción a la ludopatía para ellos o para sus familias.
Si un familiar de un adicto desea impedir que su pariente siga ingresando y lo plantea en el Hotel-Casino local, la respuesta es un formulario del “Programa de Autoexclusión de juegos de azar” para que el adicto, voluntariamente lo firme. Hablamos con Juan (nombre ficticio), pariente de una enferma crónica de ludopatía local: “El formulario en cuestión carece de lógica dado que el enfermo de ludopatía tiene, como una de sus características, la negación de la propia enfermedad. Es para lavarse las manos legalmente”.
El citado texto (facilitado por Juan), con rúbricas de las empresas responsables, el Ministerio de Salud y el Gobierno Provincial, continúa en varios párrafos desligando a las autoridades de cualquier responsabilidad en la asistencia o ingreso de las personas al programa: “Entiendo que el ingreso al Programa no resulta obligación, ni responsabilidad de terceros; por lo que expresamente renunció a iniciar cualquier acción legal contra la Lotería de la Provincia de Córdoba S.E.”. Juan nos decía al respecto: “una mujer enferma de ludopatía en momentos en que le da el Síndrome de Abstinencia miente como un adicto de drogas, si le agarra el ataque va y miente su nombre para entrar y listo”.
También existe número telefónico: 08007772983 de asistencia al adicto, sin embargo es difícil acceder a los responsables de esa asistencia.
Esto a todas luces es mero maquillaje para salvar las apariencias de un negociado que las autoridades saben genera enfermos crónicos, destruye familias y somete a personas a una patología que no solo afecta a quienes asisten a salas de juegos de azar, sino que termina por enfermar a todo su círculo intimo. La asistencia, que debiera provenir del estado, viene de organizaciones como Jug-Anon (Jugadores Anónimos), con reglas similares a las de Alcohólicos Anónimos, donde pacientes y familiares encuentran grupos de contención en una lucha que una vez alcanzado el Síndrome de Abstinencia les llevará años.
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