Denuncian malas condiciones de atención en una residencia para adultos de Río Ceballos

Romina Loza publicó una serie de fotos en Facebook acusando al geriátrico Asana, ubicado en barrio Ñú Porá donde trabajó hasta el martes, por malas condiciones de atención a los abuelos que allí viven. Esta mañana el municipio realizó una inspección del lugar que no tendría habilitación para funcionar. En diálogo con DIARIO SIERRAS, Loza comentó: «yo comencé a trabajar allí hace dos semanas, 16 días estuve trabajando. Yo ya había trabajado en otros geriátricos antes y acá empecé a notar cosas raras, cosas que no me gustaban, la falta de higiene. No habpia comida ni un té, un mate cocido con un cuarto de varilla de pan para que desayunen. Hasta que uno de los abuelos se levantaba a la noche y me pedía comida porque tenía hambre. Les he llevado desde mi casa pizza, criollitos, sanguches de fiambre para que comieran. Además era evidente el malestar de mis compañeras porque las dueñas no traían la comida. Así era casí todos los días, una lucha de la encargada para que trajeran la comida. Además del estado de sanidad, al abuelo no lo bañaban. El olor que había en la habitación y el frío sin estufa».

Con este panorama, la paramédica comenzó junto a sus compañeras a juntar información: «yo hacía el turno noche y mi compañera que estaba a la mañana le dije que empezara a grabar y sacar fotos. Y es por eso que el martes pasado llegamos a trabajar y nos dijeron que no trabajábamos más porque venía una nueva encargada que iba a poner a la gente que considerase. Yo no quiero que me paguen, pero esto se ha convertido en mi oficio y trabajar con abuelos es algo que no cualquiera puede hacer y quiero que se sepa. Esta mañana el intendente envió al director de salud Nelsón Romero porque el lugar no estaba habilitado, junto con el abogado de Promoción Humana y una empleada más del municipio. Cuando ingresaron el lugar ya estaba limpio, con estufa y había alimentos».

Denuncia de amenazas
Loza afirma que las duelas del lugar están enviando audios intimidatorios para que deje de realizar este tipo de escraches: «ahora mis compañeras y yo recibimos amenazas. Las dueñas me piden que borre la publicación en Facebook, que la desmienta y culpe a la encargada que había para que me paguen, y yo les dije que no voy a desmentir nada, yo no voy a inculpar a nadie para que ellas salgan limpias de todo esto. Hay una trama media rara detrás de todo esto. A mi me resulta medio raro que un lugar como este que cuenta solo con dos abuelos de los que paga solo uno, ¿cómo hacen para mantener un lugar que el alquiler solo debe estar en 20 mil pesos?, ¿más la luz, el teléfono, servicio de emergencias, comidas y remedios y empleados?, no es un negocio rentable. Una de las dueñas es funcionaria pública y tiene influencias».

El lugar no fue cerrado por la inspección municipal ya que funcionaría como residencia de adultos mayores, lo que lleva una serie de requisitos menores que un geripatrico. Si la inspección habría constatado algunas fallas como mala ubicación de las garrafas o falta de agua caliente.