Mala semana para Córdoba. Las cifras emanadas del Indec no son nada alentadoras para una Provincia históricamente catalogada de rica y culta (o al menos «Docta»).
A la mala noticia de ver de golpe el desastre ecológico (generado desde hace décadas) en el que se ha convertido el lago San Roque, precisando un sistema de cloacas urgentes para dejar de recibir el 83% de las sangrías y pozos negros de Punilla, se sumó también la clausura y rumores de contaminación por parte de la empresa Taym, al Canal Los Molinos-Córdoba, hecho que fue negado por la empresa Aguas Cordobesas y el Ersep, ahora se suma verla realidad social actual de la Provincia.
Ahora el gobernador Juan Schiaretti, que adelantó por estos temas, más la marcha docente de esta tarde sus vacaciones en Brasil, se suman ahora los índices negativos de la pobreza en la Provincia.
Según el nuevo Indec, que la gestión macrista buscó transparentar para trabajar sobre información veraz, el 40,5% de los habitantes del Gran Córdoba (el anillo alrededor de la ciudad capital que abarca hasta 50 kilómetros de diámetro), no alcanza a satisfacer con sus ingresos las necesidades básicas, lo que lo ubica en el cuarto lugar a nivel nacional como la zona más pobre del país, superado por Santiago del Estero, históricamente azotado por el flajelo de la pobreza, Concordia y Gran San Juan.
En concreto se trata de 617924 mil personas que sufren por no poder alcanzar a satisfacer sus prioridades vitales, con la canasta alimentaria más cara del país. Son más de 141 mil hogares, casualmente en la región donde el presidente Mauricio Macri obtuvo el 70% de los votos en las elecciones presidenciales de segunda vuelta en 2015.
Otro sector sufriente es la zona sur, más concretamente el Gran Río Cuarto, zona agrícola y presuntamente rica, es el lugar donde el 29,2% de la población es pobre, y el 7% indigente.