El jueves por la mañana Carlos Quispe (45 años) estacionó su camioneta con la que trabaja como fletero en la vereda de su casa y se aprestaba a cerrar el portón cuando un automóvil se subió a la vereda y lo chocó, dejando inhabilitada la puerta y sin la herramienta de trabajo a Quispe.
Hasta allí la cónica de un accidente. Lo curioso es que ese automóvil venía bajando por la ruta E53 sin frenos dado que la dueña del mismo se olvidó de poner el freno de mano. La mujer, de unos 66 años de edad, intentó luego frenar el coche corriendo a la par del mismo y tropezando para caer casi (y por milagro) bajo las ruedas del rodado que tomaba velocidad en bajada.
Un colectivo que pasaba alcanzó a frenar para no embestir en ese momento al coche ni atropellar a la mujer. Todo sobre la ruta E53 casi esquina José Martí, pasando el Super Mami.
El auto tomó envión en bajada durante 100 metros y no chocó a otros vehículos de milagro, hasta subirse a la vereda y "frenar" contra la camioneta de Quispe.
Participaron de la asstencia policías y municipales, pero de casualidad no hubo heridos. Por ahora solo lamentar daños materiales y en el caso de Quispe, esperar que el seguro cubra los daños para poder volver a trabajar.